Eduardo Pando del Castillo es el director deportivo del Corinto, uno de los anfitriones en la competición de baloncesto y está encuadrado en el Grupo A junto a BSH Balay, Daganzo y Palmer Alma Mediterránea.

¿Cuándo y cómo surge la idea de montar el equipo de deporte laboral?

Después de una conversación con Mari Nati Muñiz, enseguida conectamos. Nos expuso su proyecto, nos gustó mucho el formato y era la fórmula perfecta para mantener un grupo de amigos unidos por el deporte.

¿Cuáles son vuestras principales señas de identidad?

Todos somos asturianos, principalmente de la zona centro (Gijón, Oviedo y alguno de Navia). El equipo se nutre principalmente de jugadores que en algún momento pasaron por el Gijón Básket. No todos, pero sí la mayoría. Normalmente jugamos como locales en el Palacio de Deportes Adolfo Suárez de la Guía en Gijón, donde se disputará el Campeonato de España, pero también en La Tejerona o La Arena. Agradecer al Grupo Corinto y espeicalmente a Oliver Suárez por su apoyo y compromiso.

Sois un equipo de reciente creación…

Así es, se creó está temporada. La edad media de nuestros jugadores está entre los 18 y 23 años, aunque contamos con algún veterano. Diría que somos un equipo compensado, con el empuje y la fuerza de la juventud y la experiencia y pausa de nuestros veteranos. Somos un grupo excepcional de personas, lo primero, grandes deportistas y competidores. Alfonso del Busto es el capitán y gran activo a la hora de sumar jugadores al proyecto y Alejandro Cordero, que se comprometió a entrenarnos pese a su comprometida agenda.

¿Reforzaréis la plantilla de cara al Nacional?

Se ha hecho complicado mantener el bloque por las fechas, ya sea por trabajo o por vacaciones. Aún así, hemos conseguido un roster amplio de quince jugadores y, aunque con total certeza, no estarán siempre todos, sí podremos contar con la mayoría y hacer una competición digna. Nuestro único objetivo es disfrutar jugando, no hay otro. El Campeonato, para nosotros, es la guinda del pastel a la termporada y el premio es poder participar y enfrentarnos a rivales de otras comunidades, algo que habitualmente no podemos hacer. Eso sí, como equipo asturiano nos gustaría hacer un buen papel en lo deportivo, dejar el pabellón alto y ser ejemplo de fair play.